Para semanas como ésta, en las que la mantita y la infusión calentita son dos necesidades para sobrevivir a este frío que nos ha llegado (por fin), señal de que de verdad estamos en invierno; os aconsejo una cremita calentita al medio día o por la noche, que no sólo os va a ayudar a calentar vuestro organismo, sino que os va a dejar con un buen sabor de boca, que os darán ganas de repetir una y otra vez 🙂
Os dejo una receta que leí hace tiempo en el blog de Yogi Tea y que una vez la probé, se convirtió en uno de mis platos más frecuentes en la mesa durante los meses de invierno.
De hecho, el año pasado fue el primer plato en la cena de Navidad, y os aseguro que fue un éxito.
Por cierto, los guisantes, no son una verdura, son una legumbre.
Los guisantes son ricos en hidratos de carbono, proteína vegetal y fibra insoluble.
Son muy nutritivos, ya que contienen hierro, magnesio, fósforo y calcio, vitamina C y vitaminas del grupo B.
Ayudan a mantener estables los niveles de glucosa en sangre (beneficiosos para no picar entre horas e interesantes en casos de diabetes), y a tener en cuenta para ayudarnos a mantenernos jóvenes y radiantes, por su riqueza en proteína y ácidos nucleicos, tan importantes contra el envejecimiento celular.
Y ahora si, os dejo la receta:
- 600 gramos de guisantes.
- 4 calabacines no muy grandes.
Los cubrimos con agua y los hervimos durante 15 minutos.
Pasados los 15 minutos, añadimos 3 bolsitas de Yogi Tea Respiración , e infusionamos durante 1 minuto.
Retiramos las bolsitas, y apagamos el fuego.
Trituramos, le damos textura de crema, añadimos sal al gusto y un chorrito de aceite de coco y a disfrutar de esta deliciosa crema, que estoy segura que os va a encantar.
¿Qué le aportan estas infusiones a nuestra crema? A parte de un sabor y un aroma realmente delicioso, un efecto terapéutico muy interesante sobre todo ahora en invierno, que somos tan propensos a los resfriados:
Estas infusiones contienen albahaca, tomillo y eucalipto, una sinergia maravillosa para ayudarnos a descongestionar y proteger nuestro sistema respiratorio.
El aceite de coco que añadimos al final, es otro gran aliado para la salud (aceite de coco hasta en la sopa, y nunca mejor dicho), el ácido láurico y el ácido caprílico que contiene entre sus ácidos grasos, son bactericidas naturales, por lo que estaremos reforzando la función protectora de esta receta, añadiendo como toque final, un chorrito de este aceite, que además, ayudará a aromatizar dando un toque dulce y oriental a esta opción tan green y deliciosa.
Eso eso todo, me gustaría que si os animáis a probarlo (ya veis que es bien sencillo), me expliquéis qué os ha parecido.
Lo mio con esta receta fue amor a primera vista, y una vez la probé, uno de mis ases en la manga para combatir el frío y mimar a mi paladar en invierno.
Espero que la disfrutéis!
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