La luna rige la vida y los ciclos en nuestro planeta.
Rige la concepción y la gestación de la vida humana y las aguas del planeta durante sus 4 fases.
Y el ser humano al ser más de un 65% agua, también está totalmente influenciado en sus mareas internas.
Sería maravilloso que volvieramos a tener la sincronicidad que tenían nuestros ancestros con la luna.
Nuestros abuelos todavía tenían esa conexión, ya que la luna condiciona las siembras y cosechas, y ellos sabían interpretarla y adaptarse a sus fases para tener abundancia y una rica recolecta.
Pero en la actualidad debido al ritmo de vida que llevamos, ya no tenemos esa sabiduría ancestral, ese conocimiemto de la luna y de los tiempos solares. Los hemos perdido, de la misma manera que en cierta forma hemos perdido también la conexión con nosotros mismos.
Así que es importante conectar nuestra vida diaria con la luna para aprender a llevar una vida más fácil y trabajar a nivel lunar para conseguir que nuestra vida esté sincronozda con el planeta. Porque seamos conscientes o no de ello, lo está.
Hay que tener en cuenta que existe una fuerza exterior que a veces nos apoya y que otras sin embargo bloquea la energía reteniéndonos.
Conocer las 4 fases de la luna: la nueva, la creciente, la llena y la menguante, es una gran ayuda para apoyarnos en la toma de decisiones tanto a nivel laboral como emocional.
Nosotros no vamos por libre.
Nuestra vida es cíclica, en especial la de las mujeres, con la menstruación cada 28 días, exactamente igual que la luna. ¿No es esa una pista evidente de que la conexión es absoluta?
Los seres humanos somos cíclicos.
Los meses del año, en realidad no son los 12 meses gregorianos sino los 13 lunares, y nuestros ancestros y antiguos, lo sabian.
De hecho en realidad, el embarazo no dura 9 meses sinó 10 meses lunares de 28 días.
En noches como la de hoy, mirando la luna creciente como una sonrisa que asoma a través de la oscuridad del cielo, me pregunto si será posible que recuperemos lo que hemos sabido desde tiempos antiguos y hemos decidido olvidar.
Qué razón tienen aquellos que afirman que somos hijos del sol y la luna…
…dulces sueños
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